viernes, 20 de abril de 2012

COMPRO ORO

Hace cierto tiempo escribí un pequeño post que se llamaba “El nuevo local”. En él, aprovechando un comportamiento típico de la gente, venía a decir que proliferaban como setas en el otoño miles de locales de compra-venta de pisos. Era la época de mayor auge de la burbuja inmobiliaria en la que te ofrecían comprar un piso hasta reuniendo cupones de las cajas de cereales.
Pero la economía gusta de buscar nuevas burbujas con las que entretenerse. Por eso ahora abundan por nuestras calles las magníficas tiendas de COMPRO ORO. En mayúsculas. Que se vea bien.

Porque todas se llaman igual. No hay ningún cartelero imaginativo como los que ponen los nombres a los bares y sacan cosas como el “Café Lación” o el “Bar Bitúrico”. No hay ninguna tienda de estas que se llamen “Oro Parece Plata No Es” ni “Oro del que cagó el moro”. Nada de eso aparece por ahí. Los dueños de estos locales usan el nombre descriptivo y fácil de recordar: COMPRO ORO. Y punto. Para qué más. Bueno, sí. Algo más sí que ponen.

Ponen un enorme cartel de letras gigantes en la que sin ningún tipo de dudas puedes deducir que en esa tienda compran oro. Incluso para personas poco perspicaces. Por si alguno pudiera pensar: “¿Y si le vendo mi bandeja de plata?” No. Está claro. No puede nadie confundirse, allí se compra oro. ¿Bronce? No, tampoco. O-R-O. Pero eso sí, debajo, en un cartelito un poco más pequeño se comenta: “Somos discretos“. Discretos dice, el cachondo. Como tengan el mismo sentido de discreción que de buen precio no van a ir a venderle ni un mísero diente de oro.

¿Está volviendo, pues, la fiebre del oro? ¿Veremos dentro de poco a gente en la Gola escanciando agua para encontrar pepitas? ¿Está todo el mundo empeñando sus alianzas de boda? ¿Veremos un día hasta al Papa entrando en una tienda de estas para vender algunas cosicas de El Vaticano? Pues no se sabe. Pero lo que sí que parece es que se está convirtiendo en la nueva burbuja especulativa. De ahí que proliferen las tiendas, la compra-venta y el precio del oro esté subiendo como la espuma. ¡Compra, compra! ¡Que siempre sube! ¿Os suena?

¿Pero quién tiene oro en su casa? La mayoría del oro que se puede vender está en joyas. A no ser que seas un ricachón de estos que se hizo un water de oro para que las moscas comieran mierda pura de 24 kilates. O tengas lingotes en casa. ¿Quién no tiene alguno? Es la oportunidad por fin de darle salida a esos lingotes que tenemos adornaban la estantería y no paran de acumular polvo.

Eso sí, hay gente que se busca aún más la vida y por la playa se pueden ver esas personas que van con el detector de metales. Con esos cascos, esas antenas y esos palos largos parecen marcianos perdidos en la arena buscando vestigios de la raza humana. De todas formas, yo no sé cuanto cuesta el aparatito de marras, ¿de verdad es más caro lo que encuentran por la arena que el propio artilugio?

En definitiva, tenemos una nueva moda económica en ciernes que consiste en un valor seguro en épocas de crisis: el oro. Las tiendas de COMPRO ORO se reproducen rápidamente cerrando a su paso las de inmobiliarias. Al menos, eso sí, si se crea una nueva burbuja económica, no será con un bien de primera necesidad. Ya es un paso.
Yo la semana pasada lleve el reloj del abuelo.

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