sábado, 13 de octubre de 2012

Aprender a tocar la flauta

Llega un momento del año que no falla nunca en el que de repente, sin saber por qué ni como ni cuando, te llegan sonidos desafinados a los oidos en forma de martillos siniestros que golpean una y otra vez tu débil tímpano. No, no estoy hablando de Operación Triunfo. Ese sonido parecido a un aullido de dolor intenso no deja de ser una flauta mal sonada por un crío de unos ocho años al cual los profesores no han tenido otra genial idea que obligarles a comprar ese instrumento del demonio para que lo aprendan a usar. Es un decir. No sé si lo recordaréis, a todos nosotros nos han hecho comprar una flauta en algún momento del EGB, se supone que es para enseñarnos el amor a la música y que aprendamos a usar un instrumento musical. Claro, es algo barato para comprar y relativamente fácil de tocar, se sopla y se tapan agujeros. El caso es que un instrumento tan aparentemente sencillo de usar, resulta un tremendo tormento para toda persona cercana al niño o incluso alejada, que el otro día abrí un momento la puerta del balcón y me alcanzó una bofetada en el oído que llegaba de la calle. Era un niño armado con una flauta de madera acompañado de su madre con orejeras de esas que llevan los ingenieros en las carreras de Formula 1. No era para menos. Yo no logro a entender ni siquiera a los profesores porque al fin y al cabo ellos lo tienen que sufrir en una clase. Imaginad por un momento a veinte Juan Camus pequeñitos cantando en una clase, sería un desafine completo, pues lo mismo con veinte niños tocando la flauta como si tocaran un matasuegras. Luego dicen que los profesores cogen depresiones. Por cierto, corre el rumor de que tal y como están las cosas, en las oposiciones para profesor, les pedirán en el currículum especialidades de artes marciales. Está la cosa cada día más fea. Rumores aparte, los profes, vengativos ellos con los padres que les traen semejantes fieras a sus aulas, deciden que si ellos aguantan una hora ese estruendo, los padres deben de sufrirlo todo el día. Porque los niños tienen una tendencia innata a no hacer nunca los deberes, pero si los deberes consisten en tocar los huevos a sus padres los hacen todas las veces que haga falta. Y por eso intentan aprender a tocar la flauta. Pero… ¿Realmente sirve para algo tocar la flauta? Aparte de para encantar ratones como hizo un día el flautista de Hamelín, que por un día que consigue encantar a ratones ya vive de royalties toda la vida el tío. Los hay con morro, como diría Yola Berrocal. Pero vayamos a lo que vamos. ¿Hay algún grupo de música que tenga un flautista en sus filas? Es como tocar el acordeón, que hay gente que toca el acordeón en grupos, pero… ¿No habéis visto que todos los que piden en el tren o el metro tocan el acordeón? ¡Es un instrumento condenado a la calle! ¡No aprendáis a tocar el acordeón! ¡Da mala suerte! Pues con la flauta pasa lo mismo, sólo habréis visto tocar la flauta a algún hippie solitario en la calle con un perro que baila al son de la musica. ¡Podrían enseñar a tocar algo de música en condiciones a los críos! No sé, una guitarra en el colegio y a tocar acordes. O con un Casio de piano a aprender a elegir entre música Samba, Rumba, etc. ¿Quién no recuerda aquellos magníficos pianos? Pero al menos se aprendería a tocar algo de música aplicable a aprender algo más decente. O yo que sé, una batería. Puestos a fastidiar los oídos de los pacientes padres, ¿por qué no enseñar a manejar una batería en el colegio? También luego podrían tener futuro en algún grupo de rock que cada día salen treinta mil nuevos. Yo creo que ya no hay gente que trabaje en algo normal, ahora todo el mundo es músico. Llegará un día en el que no habrá panaderías. Total, que a los niños les toca aprender a tocar la flauta todavía, hasta que no cambien a un plan de estudios con algo de planificación de futuro; y los que fuímos niños también tuvimos que aprender a tocar cuatro paridas flautísticas que no nos han servido para nada y otros instrumentos tan interesantes como el triángulo o la pandereta. ¡Viva y bravo por las clases de música!

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