miércoles, 19 de diciembre de 2012

Buscando novia


Me ha dejado mi novia. Dice que le he sido infiel. Ella sabrá con quien porque yo no. Me siento como aquel buen hombre que pasó 14 años en la cárcel por un asesinato que nunca cometió. Le dijeron “perdón, nos hemos equivocado”. Por lo menos el estado le dio dinero. Esta mujer no me va a dar ni la mano. Me dice: “¿Tu, inocente? Te falla la memoria.”. Allí sí que me hizo dudar. Es que hace una semanas mis amigos y yo fuimos a celebrar un cumpleaños en una granja de ovejas, y nos pusimos ciegos. No, tías no habían, pero… !Madre mía! ¿Se puede ser infiel con alguien que no sea de tu especie?
De todos modos, cuando un hombre tiene problemas con su novia, se nota mucho. Ves a un tío un miércoles andando por la calle España rebotando en zig-zag de una pared a otra. Ya sabes, seguro que tiene problemas con su novia. Y sin embargo un tío bien peinadito, con la camisa blanca, jersey de rayas, asquerosamente sobrio, andará al lado de su chica, y encima le dice enseñando al borracho: “!Que gentuza!”. Pero esto lo dice en voz alta, por dentro estará pensando: “Ay, mis juergas hasta las 7 de la mañana, estos vómitos debajo de un árbol, esta resaca de vértigo, y yo con esta tía de 100 kilos con bigote en mi cama, ¡cuanto os hecho de menos!”.
En la vida de cualquier hombre llega un momento cuando él encuentra a la mujer de su vida, o sea …una tía más lista que él. Y por mucho que le digas a tu chica que todavía no estás preparado para casarte o tener hijos, ya estás condenado sin que proceda ningún recurso. Llevas saliendo con ella tres meses, y de repente te llama y te dice: “Cariño, quieres ir esta noche a un restaurante gratis?” Le dices: “Claro que sí”. Y te remata: “Pues, iremos entonces, nos invita mi padre … y mi madre”, y las cagao macho.
O estas en tu casa tranquilamente viendo el futbol. Ella está jugueteando con su cajita de píldoras anticonceptivas, y de repente te dice: “Cariño, creo que se me olvidó tomar la pastilla la semana pasada.” Allí se acabó el futbol. Le preguntas: “¿Semana pasada? ¿Y me lo dices ahora? Si lo hubiera sabido, habría salido a buscar una píldora del  día después. ¿Y ahora qué busco? ¿Un corta venas?” Yo tengo una pregunta para los científicos. ¿Por qué no hacéis una píldora para hombres? La tomas una vez y ya no podrás embarazar a nadie hasta que cumplas unos 40 años.
Bueno, tu chica te dice esto, y tu vida se convierte en una espera. Sí, la de la fecha de su regla. La esperas como un niño espera el día de su cumpleaños, con la única diferencia que al final no quieres que te den ningún regalito. 
Claro está que la vida en pareja tiene sus complicaciones, pero cuando te dejan empiezas a sentirte algo incómodo. ¿Qué haces? Bueno, recuerdas que tienes amigos, o por lo menos los tenías. Los amigos son aquellas personas con las que solías emborracharte y reír de todos los casados. Les llamas y resulta que están más ocupados que el teléfono de la Seguridad Social: dos hijos, tres perros, una mujer, una amante… Empiezas a recordarles los tiempos aquellos, la solidaridad entre los hombres, espíritu libre, independencia y al final hacer lo que quería tus santos cojones, pero te dicen: “Mira, listillo, aplícate el cuento a ti mismo, llevas siete años sin salir”.
Salir sólo es súper triste. Así no ligas ni con putas. La única persona con la que ligué era un gay y muy borracho. Tan borracho que decía que en los días laborables no era gay.
Así que me metí en una página de contactos. En este tipo de páginas suelo demostrar mi faceta de un tío muy profundo. Digo a las chicas que internet te permite conocer primero a una persona por dentro, y luego por fuera. De esta forma conocí a una cirujana que decía lo mismo. Claro viniendo de ella, no sonaba demasiado bien, más bien acojonaba.
Otro problema de este tipo de contactos, y lo saben todos, es que el original muy a menudo no coincide con las fotos. Otro día quedé con una chica y vino una señora de unos 50 años. Al principio pensé que mi novia virtual había decidido forzar un poco los acontecimientos y presentarme directamente a su madre. Pero cuando me enteré de que esta era la persona con la que soñé tres noches,  a la que dediqué dos poesías y unos cuantos orgasmos solitarios, me puse muy triste. Encima la tía te pregunta: “No te gusto, ¿verdad?” Yo no sé como contestar a este tipo de preguntas, teniendo además en cuenta que hace dos días en mi papel de un tío profundo le dije a la chica que lo que más valoraba en esta vida era sinceridad. ¿De qué te ríes? ¿Qué le tenía que decir? ¿Qué lo que más valoraba en esta vida era un revolcón con una tía con dos tetas bien puestas? Si conoces a alguien que ha ligado con esta táctica, preséntamelo, que le quiero pedir un autógrafo.
Bueno, ¿qué le contestas a la señora esta? Le dije: “Mira, sinceramente me gustas mucho, pero debo confesar que tengo ocho hijos y cuatro mujeres en Beirut, y tener la quinta nos está prohibido.”
Un amigo mío dice que encontraré mi media naranja en un lugar menos pensado. Coño, que diga donde esta este lugar, iré directamente allí. Le es fácil hablar. Se encontró con su novia en una cola al baño, así que entre apretones les surgió un gran sentimiento. No creo que me funcione esto.
De todos modos la semana que viene me operan del apéndice. Así que mi amiga cirujana tendrá la oportunidad de conocerme bien por dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario