Si digo que el 3D está de moda no
os voy a descubrir nada nuevo. La frase es: el 3D es… Oooh… Redoble de
tambores… ¡El futuro! ¿El futuro
de qué? Pues no lo sé. Es el futuro, así a secas. Lo dice la gente,
será que es verdad. El 3D con gafas y tal no es nada nuevo, es más, salas como
el IMAX llevan muchos años
con ello sin armar ruido y con una calidad superior a las salas de cine
normales, pero… ¡El 3D es el futuro! ¿Me habéis oído? ¡El futuro!
Todo esto viene porque la película Avatar ha sido un éxito absoluto.
Cuando fui a verla con unos amigos uno de ellos me comentó algo en lo que todo el mundo ha pensado cuando ha
visto una peli en 3D: “¿Te imaginas
que hicieran lo mismo con el porno?” ¿Quién no se ha preguntado esto
viendo Avatar? Así que ese amigo me recomendó hacer un post sobre el tema y
hasta hoy no había encontrado el momento. Hasta que esta noticia me ha hecho
arquear una ceja y decidir hablar de ello: Tinto Brass que no es el nombre de un vino con gaseosa veraniego,
pero podría está dispuesto a
rodar la primera película porno en 3D. Ole ahí, toma ya.
El director de cine italiano, de 76
años, ha anunciado que de inmediato se pondría a escribir el guión de la película. “Mañana por la mañana a primera hora estará listo” declaró en petit comité. Que yo me lo imagino
escribiendo el guión y otro corrigiéndole: “Ponle más Aaahh’s” “Yo le pondría un Ooohhgh aquí en medio y quedaría
la mar de bien” “Bueno, pero no te olvides de un Uuh, como me gusta” La
típica discusión en un guión de peli porno.
Pero lo que debemos preguntarnos seriamente es: ¿Cómo será una película porno en 3D? Pensemos.
No sé si habéis ido alguna vez al
IMAX a ver una película en tres dimensiones. Depende de la sala a la que hayáis
ido para ver Avatar no es en absoluto comparable. Normalmente en un IMAX estás muy cerca. Mucho. Yo fui a ver una de
dinosaurios y no jugaban demasiado a darte sustos, pero las fauces
de algunos se acercaban peligrosamente.
Aquí me pregunto yo, qué da más miedo: ¿un Tiranosaurus Rex con la boca abierta
enseñando sus colmillos acercándose a tus ojos o el rabo de Nacho Vidal apunto de descargar? La respuesta es
evidente. Viendo una película de Nacho Vidal en una sala en 3D provocaría una
ingente cantidad de gritos masculinos en la sala: “¡¡¡NOOOO!!!” Y todos
tumbados debajo de los asientos. Ya, si quieren hacer la proyección de la peli
en plan performance que lancen litros
de Leche Pascual al público y ya tienen la sensación 3D elevada al
máximo.
Alguno dirá, bueno, a las mujeres
que vayan a ver la peli a lo mejor ver en 3D el mango de Nacho Vidal no les
parecerá mal. Pero… ¿Cuántas mujeres
irán a ver una peli porno en 3D? ¿Una? ¿Ninguna? Así que es probable que
lo que más se vea en 3D sean pechos femeninos recauchutados en formato
panorámico. Todo en primeros planos.
Que parecerá la invasión de los pechos, que si la actriz se mueve mucho la
gente podrá sentir las tetas
como si fueran tortazos en la cara. Plas, plas. De un lado y de otro. ¿Y las
penetraciones? ¿Las harán con una cámara en la punta del capullo del hombre y
parecerá un documental de espeleología?
“Y ahora nos introduciremos en la
cueva húmeda del volcán femenino…” Sí, con estos eufemismos tan
de relato erótico chusco.
En definitiva, parecen dispuestos a
aplicar el 3D a todo lo audiovisual.
Llegará un momento en el que no saldremos a la calle sin nuestras gafas 3D.
Anuncios por la calle en 3D, camisetas con motivos en 3D, ofertas del súper en
3D, ¡hasta las personas pareceremos difuminadas cuando nos quitemos las gafas! ¡Todo en 3D! ¡Todo! La fiebre por las
tres dimensiones no ha hecho más que comenzar. Y ya se sabe que cuando el porno
entra en algo, entra hasta el fondo.
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